viernes, 29 de junio de 2007

capitulo 8

La excavación parecía eterna, y dibujaba sendos circulos humedos en la ropa de los trabajadores.
La gente se pasaba frente a las puertas cerradas de la Multi tienda, y se preguntaba qué era lo que estaba pasando. Pero el rumor ya había crecido, y esto, por poco que se crea, aumentó las visitas al Centro Comercial, muchos atraídos por la curiosidad de ver si algo extraño y paranormal les sucedía. Muchos de ellos dijeron no haber visto nada, ni siquiera en el estacionamiento subterráneo, donde muchos testigos aseguraban haber presenciado la aparición de una mujer. La verdad que fueron días muy tranquilos, sin fenómenos de ningún tipo. Mientras, al interior, los trabajos continuaban y continuaban y la mano de obra contratada hacía lo que mejor podía. En 24 horas lograron cavar aproximadamente 20 metros, 20 metros de tierra húmeda y mojada, 20 metros de desolación, vacío, y oscuridad. Taladros, brocas, palas... usaron todos los elementos de mano conocidos. Sin embargo, fue con una simple picota, que utilizó uno de los trabajadores, que abrió una brecha en el agujero, y una cueva subterránea que descansaba allí, desde quisás cuanto tiempo.
-¡Encontré algo!
Bajó Ignacio, junto con David Cuadra y Jimena Abarca. David se acuclilla, y mira por la brecha abierta.
-La linterna.-tiende la mano, y Jimena se la pasa. El hombre alumbra el interior.
-No es mucho lo que se ve, pero hay algo construido allá abajo-se levantó, se sacudió las manos y dijo:-Tendremos que bajar ¿quién se apunta?
Ignacio se anotó. Jimena no podría vivir si no bajaba, por lo que estrecharon la brecha y bajaron amarrados por arneses amarrados a la cintura y ayudados por el resto de los trabajadores que se encontraban allí. Les obligaron a ponerse cascos , mientras cada uno de ellos llevaba sendas linternas que poco alumbraban, pero que dejaban ver una estructura allá abajo.
-¿Qué había acá abajo?-quiso saber Ignacio.
-Antiguamente, en este sector se alzaba una villa. Villa Los Cipreses, si mal no recuerdo-contestó David.-Tengo la certeza que, si seguimos bajando, será esa la estructura que encontremos allá abajo.
Efectivamente, una vez tocaron suelo, eso fue lo que vieron: Una ciudad en la cueva subterránea. No podían creer lo que veían sus ojos. Casas, una plaza, la iglesia... todo se veía viejo, húmedo y abandonado, pero perfectamente firme... perfectamente conservado.
-¿Cómo diablos...?-Ignacio tenía miles de preguntas. Los Agentes de Investigaciones, tal vez más.
-Todas las casas tienen sus puertas selladas con cadenas-dijo David, alumbrando una a una las casas.
-Hasta la Iglesia-dijo Jimena, quien no dejaba de mirar la iglesia, sin dejar de preguntarse como demonios había quedado esta villa intacta, protegida por una cueva natural de piedra calisa.
-Pareciera que esta cueva es del mismo material que la fuente-dedujo David.
-Yo ya no se que pensar-dijo Jimena.
-Hey! ¡Hey!-gritó Ignacio, que estaba parado frente a una de las casas. Los Agentes se apresuraron a observar lo que el hombre les apuntaba con la linterna.
-Esta casa no esta protegida con cadena alguna-se sorprendió Jimena.
Alumbraron el cartel. Decía EL JACUZZI DE MARLON.
La puerta estaba abierta y entraron. El ruido al cerrar la puerta se escuchó como un eco maligno, que rebotó en el vacío una y otra vez. Estaban adentro. Que Dios se apiade de su alma.

continua el 5 de JULIO

domingo, 24 de junio de 2007

capitulo 7

pd: nota: Los capítulos serán publicados cada cinco días. Gracias.

Las puertas de la Multi Tienda Davon habían sido cerradas. Cundía el pánico, la inseguridad, y las preguntas llovían. Personal de Carabineros y Guardias del Centro Comercial, rondaban cerca del perímetro. Policía de Investigaciones hacía un exhaustivo análisis de la situación. No pasaron muchos días para que la prensa especializada conociera el caso como EL FENÓMENO DE LAS LUCES.
Más allá, en Artículos para Cocina "El Ultimo Suspiro", la nueva dependienta (ya que la otra tuvo que retirarse... los malditos nervios la traicionaron) había puesto un nuevo seguro a la sección cuchillos, pero no había día que si un cliente se acercaba mucho, sus ojos invariablemente se giraban en esa dirección, presa de la angustia.
Y allá abajo, en el estacionamiento subterráneo, testigos seguían asegurando ver a una mujer entre los autos.
El asunto pasó a mayores, cuando contrataron gente especializada para cavar un hoyo donde estaba la Fuente.
-Buenas tarrrrrdes-dijo el jefe de Obras.
-Buenas tardes tenga usted, Señor...
-Lamas. Ignacio Lamas-le tendió la mano.
-Joel Nallar, Administrador y Dueño de esta tienda. Pase por aca.
En el sector, denominado por la Policia de Investigaciones, como ZONA CERO, estaba Matías, el encargado del perímetro, y dos integrantes que se presentaron como:
-David Cuadra, Criminalistica-y tendio la mano.
-Jimena Abarca.-y también tendió la mano. El gesto fue extraño, por la excasa costumbre-Mi tarea es analisis e identificacion de la sangre.
-Bien-dijo Joel-Los dejo.-inclinaciones de cabeza de todos lados.
-¿Qué tenemos aquí?-quiso saber Ignacio.
-Bueno, la verdad es que el día de ayer esta cosa empezó a escupir sangre-Matias apuntó la fuente, con gotas de sangre aun. A su alrededor, algunas prendas de ropa manchadas, el suelo, huellas de pisada...-Estimamos que esta falla se debe a que, antiguamente, este sector era una villa. Muy posiblemente la fuente se haye justo bajo un cementerio, o algo así.
-No lo creemos-dijo David- A estas alturas, ni siquiera sangre tienen los cuerpos.
-Cavemos entonces-dijo Ignacio-¿Qué esperamos?
Y eso fue lo que hicieron las proximas 24 horas.

martes, 19 de junio de 2007

capitulo 6

Las noticias cubrían toda la plana: una nueva víctima había muerto en la Carretera de la Muerte, y correspondía a Matías Larragibel, trabajador de Multi Tiendas Davon, y pololo de Claudia. Como era posible que las autoridades encargadas no hicieran algo al respecto, como era posible que hubiera muerto tan joven, con tanto camino por delante, y una promesa de amor inconclusa. Tantas preguntas sin responder, tantas respuestas que se esperaron, y nunca se obtuvieron estaban enterradas bajo dos metros bajo tierra.
El duelo de Claudia fue largo, y el dolor muy hondo. Pero cuando Jaime, el nuevo encargado de Jardines e Interiores se hizo presente, los ojos de la mujer se posaron en él. Y Jaime se presentó frente a su jefe, autoridad de ese perímetro en particular, quien le explicó cada una de sus funciones, sobre todo la función de la fuente. Ese mismo día, ya terminada el horario laboral, y ordenando todo para irse, Jaime vio unas luces. Las luces provenían de la fuente. Como era el último que iba quedando, observó el fenómeno un par de horas. No había luz, ni natural ni artificial que pudiera reflejarse en la fuente, por lo que parecía extraño ¿habían visto este fenómeno los otros trabajadores?
No comentó nada a nadie durante un mes. Fue la primera vez que conoció a Claudia. Tenía pretextos para acercarse a ella, así que en un break en el trabajo le dirigió la palabra.
-¿Estás seguro?-le preguntó ella.
-Sí. Eran luces bastante destelleantes, y juro por Dios que no había nada prendido capaz de reflejarse en la fuente. Por eso te pregunto, con todo respeto, si Matías vio algo.
Ella pensó:
-La verdad es que no. O nunca me lo comentó. Sí pasaba muchos malos ratos con las averías diarias de la fuente, pero más allá de eso... nunca me dijo nada más.
Claudio miró la fuente. Se veía desde el patio de comidas, lugar donde estaban sentados los dos conversando.
-¿Vamos?-le invitó.
-¿Qué?
-Claudia, la única manera de salir de la duda es que los dos nos acerquemos a ver bien el funcionamiento de esa cosa.
Ella aceptó. El guardia, que los conocía, los dejó pasar con un saludo. El jefe de piso no estaba, y aprovecharon de acercarse a la fuente. Y allí estaba, el ángel esculpido en piedra, vomitando agua, eternamente. La gente compraba a su alrededor, concentradas en sus propias vidas.
-Es una fuente común y corriente-observó Claudia, tocando el plató. Sin embargo, de un momento a otro la boca del querubín empezó a gorgorear, y a salpicar solo gotas de agua. Dio un paso hacia atrás. Jaime la retuvo, a la vez sintiéndose protector de ella. Miraron la fuente, que no dejaba de borbotear. De un segundo a otro, empezó la fuente empezó a temblar, suavemente, sin dejar de hacer ruidos gorgoreantes. De la boca del ángel empezó a salir barro.
-¿Barro?-se extrañó Claudia. El temblor de la fuente se intensificó. La gente alrededor empezó a aglomerarse para ver el fenómeno. Hasta los trabajadores de turno estaban fascinados con lo que veían. Pero ya no lo estuvieron, cuando empezó a vomitar agua como si fuera manguera. El chorro era tan potente, que muchos cayeron al piso, de culo, y esto generó una estampida. Porque no era agua lo que surgía de la boca de la escultura. Era sangre.

continuara...

viernes, 15 de junio de 2007

capitulo 5

Llegaron puntuales como siempre y Matías, el nuevo encargado de Jardines e Interiores de la multi tienda Davon, les explicó que la fuente había vuelto a estropearse. En menos tiempo de lo que se esperaba, arreglaron la avería, como siempre lo habían hecho.
-Ya parecemos clientes habituales-dijo uno. Esto hizo reír al personal, que estaba cerca del perímetro.
-Te haremos un descuento del 50%-dijo la promotora, que se encontraba en la sección "ropa interior damas". Esto arrancó una risa de los técnicos.
Y allí estaba la fuente, y el pequeño angelito vomitando agua, ese pequeño ser esculpido en piedra. Claudia, la cajera, ya había superado el duelo. Si había que olvidar, lo olvidaría, pero no haría como si no existiera. Alex había sido una gran persona, y aunque nunca lo consideró como su tipo, si le tenía un profundo cariño. La presencia de Matías había sido positiva al interior de la empresa, era rápido, y eficiente. Y había estrechado vínculos con él. Y habían empezado a salir juntos, ¿por qué no? Él era apuesto, y ella estaba en edad de concebir. Y las cosas siguieron un buen curso. Él era amable, y ella comprensiva. Así nació una bonita historia de amor. Sin embargo, la fuente era otra historia. Y el humor de Matias cambiaba cada vez que esta se estropeaba. Y siguió haciéndolo por mucho tiempo. Claudia notaba los cambios de humor de él.
-Es solo una fuente, mi niño. Solo eso.
-¡Pero como va a pasar estropeándose esa cagada! ¡Por qué chucha no la sacan de una buena vez y ponen otra!
-Es solo una fuente de piedra esculpida, amor ¿qué le pasa?
A pesar de los arrullos de Claudia, Matías se sentía frustrado, débil. Sentía que era parte de la fuente, de alguna manera. De algún modo. Por lo que Claudia se extrañó cuando Matias se tomó con calma la vez que la fuente volvió a estropearse. Esta vez fue cariñoso, incluso con el personal. Y hasta ayudó a Mirta, de bodega, a ordenar por orden alfabetico las encomiendas recibidas de la semana. Pero nadie sospechó nada hasta que vieron las noticias del mediodia del día siguiente...

lunes, 11 de junio de 2007

capitulo 4

Las sabanas estaban manchadas de sangre, le habían puesto tubos, y las ordenes de los paramedicos se escuchaban uno por encima del otro y la multitud mirando, murmurando. La entraron a la ambulancia, acompañada de su madre, que no podía creer que todo hubiera ocurrido tan rápido. Solo quería comprar un nuevo set de cuchillos, nada más.
Adentro, en el Centro comercial Los Cipreses, la dependiente del local de artículos para cocina, "El ultimo suspiro", Johana Lastarria, estaba sentada, con un vaso de agua que tiritaba en sus manos pálidas como la nieve. Dos hombres trataban de tranquilizarla. El sector de los cuchillos seguía votado, y la sangre estaba secándose alrededor del perímetro.
-Todo fue demasiado rápido-dijo Johana-No entiendo como... estaba esa jovencita... no más de 14 años... con su mami. Su mami que se voltea y simplemente... simplemente los cuchillos se enterraron en el cuerpo de la joven.
-¿No lo viste?-le preguntó uno de ellos.
-La verdad, no vi nada. Simplemente se acercó la madre de la joven, y acto seguido, cinco cuchillos estaban enterrados en el cuerpo de la infortunada, como si fuera alfiletero. No creo que vayan a salvarla.
Afuera, la ambulancia aullaba con dos colores, la madre tomándole la mano a su hija, su única hija, con el vago recuerdo de haber visto una sombra, alguien ahí, que nadie podía ver, pero que estaba allí de todas formas.
Todos los esfuerzos fueron en vano. La muchacha murió y las lágrimas que se vertieron sobre su tumba fueron dolorosas, silenciosas.
Pero la vida continua... crecemos, nos desarrollamos, envejecemos... algunos no vivimos para contarlo. Otros viven para sufrir, el resto para reír. Poco a poco el Mall del Centro Los Cipreses empezó a tener fama de estar embrujado.

martes, 5 de junio de 2007

Capitulo 3

La gente entraba y salía del Centro Comercial Los Cipreses, y caminaba por sus largos pasillos. Ruido de risas, pasos, comida rápida en el Patio Trasero, oferta especial combo uno a $990, y los niños corriendo, algunos llorando. Y el desfile de las 10 de la noche. No había día que no hubiera alguna actividad. Se había abierta la Biblioteca Viva, con más de 50.000 títulos a disposición, como también el Cine Prat, con los últimos estrenos del mes. Los consumidores pululaban como hormigas, claxon, autos, y La Carretera de la Muerte, fría, silenciosa, esperando por su próxima víctima.
-¿Por qué no nos damos la vuelta, querido?-le dijo Natalia a su marido, Esteban-.Ya tantos muertos en esa carretera.
-Está bien, querida.
Ellos son la familia Estero. Natalia, alta, buena moza, tacos altos, y su cartera amiga, que la acompaña hasta los lugares menos pensados. Y Esteban, propenso a la calvicie, pero bien parecido, que se sienta tras el volante.
-¿Te pones el cinturón, por favor?
Ella obedece. Tiene dos meses de embarazo, nada se nota aún, y él trata de ser amable. Endereza el retrovisor que hay dentro del auto, y luego el que lleva en su lado de la puerta cuando ve a la mujer de blanco reflejarse en el espejo que dice: LOS OBJETOS ESTÁN MAS CERCA DE LO QUE APARENTAN. La mujer parece estar llorando.
-¿Esteban? ¿Te pasa algo?
Esteban mira hacia atrás, hacia donde debería estar la mujer. Sin embargo, solo hay automóviles, y un hombre guardando el coche de su hijo en el maletero de su sedan.
-No, nada.
Y salen del estacionamiento subterráneo.
Es un nuevo día en el Centro Comercial Los Cipreses.

Pd: asi finaliza un nuevo minicapítulo. Espero que disfruten de esta historia tanto como yo al escribirla. Se vienen capítulos buenísimos, no se lo pierda.

sábado, 2 de junio de 2007

capitulo 2

Había saludado a todos, le había hecho los puntos a la cajera, había ido a la secció de Jardines e Interiores y llamado a que arreglaran la fuente. La fuente era una estructura de piedra tallada, que sostenía un querubín con el pie levantado y lanzando agua por la boca que caia a un plató. Sin embargo, siempre se estropeaba por distintas razones, y siempre era Alex quien descubría la falla en particular. Era su rutina. Por eso todos notaron su ausencia y hubo preocupación general. Alex no había asistido a su trabajo, la fuente estaba estropeada nuevamente, y no había hecho los puntos a la cajera. Hasta Claudia, la cajera, preguntó por él. Sin embargo, para sorpresa de todos, se enteraron por los diarios. La Carretera de la Muerte había tenido su nueva víctima: Alex había muerto atropellado. Que Dios lo tenga en su santo reino.
Y esto, recién estaba comenzando.