lunes, 9 de abril de 2007

CAPITULO DIEZ

pd: De regalo, esta semana habrá tres capítulos.

CAPITULO DIEZ

Apoya la mano en el vidrio, que al tacto lo siente frío, húmedo. Sus ojos miran la casa en la colina y las campanas de la iglesia vomitan a miles de fieles que salen por las puertas, algunos abrazados, otros llorando. En una camilla blanca, se llevan a un herido, o muerto. No reconoce a su marido, que con la capucha blanca, se tapa su rostros y su culpabilidad. Las luces allá arriba, en la colina, empiezan a parpadear. Un nuevo día está por irse. Se aleja de la ventana, se sienta en el living y toma su celular
PEDRO dice uno de sus contactos.
Él les dijo donde quedaba este lugar. Algo debía saber sobre el extraño comportamiento de los habitantes, y esos señores de blanco que tanto la intimidaban.
El celular empezó a marcar. Luego de unos minutos, una voz grabada le dijo que: "el teléfono que usted marca, no existe, está apagado, o se encuentra fuera del área de cobertura. Por favor consulte la guía o intente más tarde. El teléfono que usted marca..."
Miró su celular. No tenía barras de señal. Entonces, ¿como diablos llegaba señal de televisión? ¿había visto alguna antena por allí cerca? Cuando entró en el hogar, había encontrado el televisor prendido, pero con estática. Lo prendió. Sólo estática nuevamente... esto significaba que el televisor solo era parte del decorado? ¿para que pareciera todo "Normal"? Tomó el control, para apagar el televisor, pero si previo aviso empezaron a aparecer unos números: 10 -9 -8 -7... en cuenta regresiva. Tras cada número, un pitido. Isabel se acomodó, y esperó. 4- 3- 2- 1- 0
BUENAS NOCHES-dijo la mujer en el televisor-BIENVENIDOS A VILLA LOS CIPRESES. LA VILLA MÁS FELIZ Y ALEGRE DE TODA SANTA ELISA. AQUÍ PODRÁS DISFRUTAR DE HERMOSOS PARAJES, AMABILIDAD, CORTESÍA, Y SOBRE TODO, AMOR. DISFRUTE DEL JACUZZI DE MARLON, EN LA ESTACION SIETE (imágenes del jacuzzi. Hombres de negocios verificando el precio del dolar, mujeres ajustándose el sostén del bikini, niños algunos riendo, otros jugando) COMO TAMBIÉN DEL CAFÉ DE LAS OCHO, CON DOÑA MERCEDES. Y LO MÁS IMPORTANTE. LA CUOTA.
-La maldita cuota-susurró Isabel-.Obligada a transar con Toño.
HERMANOS DE SANGRE, INVITOSLO A LA MISA QUE...
Apagó el televisor.
Era de noche. Nunca había hecho tanto frío.

CAPITULO ONCE

Caminaba por la oscuridad, en una bata blanca. Corría viento, y todos parecían tener frío. Menos ella. Ella no tenía frío. Y ni lo tenía, porque realmente no estaba allí. La gente estaba vestida de época, y los árboles parecían jóvenes, canciones que emergían de todas aquellas casas, de todas aquellas casa viejas y solas. Sola. Como ella. Como él. Y el frío empezó a calar ondo, y vio gente de campo en los viejos sembradíos. Y las campanas de la vieja iglesia repiqueteaban, y el sonido espantaba los pájaros. Y vio mil rostros de terror y una figura arriba en la colina. Una figura oscura que reía y que sostenía dos tablas de piedra llenas de sangre.
-TODO LO QUE AMAS SE TE ARREBATARÁ-gritó la figura enigmática sin dejar de ladrarle al cielo y escupir saliva y sangre.
AMARAS AL BECERRO DE ORO. le dijo la viejecita. VISITA A LOS DIEZ
Leonardo se le apareció por el otro costado. NO OLVIDE LA CUOTA
¿Que es la cuota? se escuchó preguntar, sin mover la boca siquiera.
LA CUOTA ES TU ALMA
TU ALMA dijo otro de los aldeanos.
TU ALMA se le sumo otra voz... y otra... y otra más. La rodeaban. Y a su alrededor todo era muerte, los arboles se secaban, las plantas caían, el verdor palidecía. Y en la colina, la casa empezaba a nacer de la tierra, a ser escupida por ésta, y de sus ventanas luces amarillas se prendían y se apagaban y miles de fantasmas giraban y daban vueltas a su alrededor. Una pequeña bocina la hizo sobresaltar. Era el niñito del triciclo.
BIENVENIDA A LA TIERRA DE LOS MUERTOS. le dijo. TODOS HEMOS PAGADO CON NUESTRAS ALMAS
ALMAS ALMAS ALMAS ALMAS
Despertó sobresaltada. Miró a su lado, y allí estaba, durmiendo plácidamente. Claudio, sano y salvo, con su cara familiar, sus olores, su tacto. Se despertó con un quejido:
-¿Qué pasa mi amor?
Isabel no sabía que responder. Había sido tan real... tan real.
-Nada.-le dijo. Isabel volvió a tenderse en la cama, mirando el techo-Absolutamente nada, mi amor.-él depositó una mano sobre su estómago y acarició.
-Tuviste una pesadilla.-le susurró, besándola en el ombligo.
-Nada que recuerde-musitó.
Le pasó la mano cariñosamente por su pelo. Le besó la nariz.
-Duerma, mi vida. Y aleje los malos pensamientos.
Eso fue lo que Isabel hizo. Sin embargo, le costó conciliar el sueño.

CAPITULO DOCE

¿sueño? ¿realidad? Que importaba, su marido estaba allí, aparentemente sano, aparentemente normal. Caminó con su bata blanca hacia el baño, se desnudó y entró a la tina. Abrió la ducha, y el agua golpeó con suavidad la fina piel de Isabel. El vidrio que había roto estaba intacto. No había un solo mensaje escrito con lápiz labial en el vidrio. Todo estaba maravillosamente bien. Sin embargo, al jabonarse las piernas, encontró una pequeña herida. Estaba cicatrizada, y la que se vio en el brazo también lo estaba. Pero esas heridas se las había echo al tratar de entrar al baño. Lo que le llevó a preguntarse ¿cómo había salido su marido de este cuarto, si estaba todo cerrado? Y ¿realmente había visto a su marido predicar en la feria de la localidad? y ¿qué diablos estaba pasando? ¿Acaso se estaba volviendo loca? ¿Estaba imaginando cosas? ¿La presión que ejercía en ella la imagen de Toño, era la principal causante de esta paranoia? Terminó su ducha, secó su cuerpo, se puso la bata y salió. Su marido aun estaba en la cama, semi desnudo.
-Estas extraña-le dijo.
-Puede ser-le contestó ella. Se puso los calzones.
-¿Hay algo en lo que te pueda ayudar?
Se abrochó los sostenes por delante, luego lo giró y los ajustó a sus senos.
-No, nada.-se puso los blue jeans y verificó si se ajustaba a su trasero en el espejo que había cerca del closet. Se puso la blusa.
-Se cuando algo te molesta. Tú das ciertos indicadores cuando algo no va bien.
Silencio. Se abotonó la blusa, uno por uno.
-Es Toño ¿cierto?-le preguntó-¿Es eso?
Volteó la mirada, y asintió.
-Cariño, solo es alguien más de este pueblo. Siempre te escucha y...
Isabel frunció el ceño.
-¿Hablaste con él?-su tono dejaba mucho que deducir. Se demoró en contestar. Isabel pensó: Está mintiendo.
-No-contestó.-Pero se ve que es una buena persona.
-¿Lo estás defendiendo?
Silencio.
Claudio optó por el cambio de tema.
-Isabel, ¿que te pasa?
-No. Que te pasa A TI
-¿A mi?-empezaba a caldear el ambiente-.Te levantas atravesada y soy yo el aproblemado. Linda la hue'adita.
-Mira Claudio, a mi no me hablas en ese tono ¿me escuchaste?
-No hay caso contigo-Claudio se levanta, se pone su bata y se dirige a la ducha-Cuando se te pase hablamos.
Isabel se sienta en la cama. La golpea. Sus manos no encontraron mejor lugar que ocultar su rostro bajo el llanto. Afuera, el gallo empezó a cantar.

PD He aquí los tres capítulos prometidos de la semana. AHORA a opinar!! Gracias a todos los que se pasan. Y recuerde que se habilitó un buzón de voz, es de fácil uso. Solo debes tener un micrófono. Se habilitará, más adelante, otros medios de comunicación y de opinión. Gracias a todos nuevamente. Disfruten la historia

1 comentario:

Tammy dijo...

es "atravesada".

Uffhhh
Buenisimo el giro aquél entre sueño/realidad...muy vanguardista tu escritura en eso...me gustó el hecho de que Isabel dude de lo que vio y sintió. Me gusta la atmósfera - que evoca un poco a Silent Hill - y me gusta la caracterización de los personajes...Ninguna sugerencia, está todo perfecto,asi con mayusculas PERFECTO!

Siga escribiendo querido amigo, se le quiere mucho

Besotes

Libby