lunes, 30 de abril de 2007

Capitulo 16

pd: opté por poner números. Más fácil. Escribiendo para sobrevivir.

Capitulo 16

La sala es de color verde, y hay una enfermera a su lado.
-Tranquila-le dice, con su dulce voz.-Estás en el hospital. No hay nada que temer.
Isabel mira la habitación. Es amplia, y hay tres camillas dispuestas en orden, una al lado de la otra. Todas vacías y ordenadas. La televisión está apagada.
-¿Claudio?
-No es hora de visitas, querida.-le dice la enfermera, poniéndole una mano amiga en el hombro. La piocha la identifica como PAULINA. Isabel mira la cómoda, y hay un florero con una rosa y una tarjeta escrita con la pulcra letra de su marido. -¿Le prendo el televisor?-esto parece tensarla.
-¡No!-trata de moverse, pero nota que esta amarrada a la camilla.
-Está sufriendo convulsiones-le explica-No queremos que te dañes nuevamente, cayendote de la camilla y golpeandote severamente.-mira la entrada de la puerta y un gran cartel reza: No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
-Tú-musita. Y recuerda los diez, entrando a su casa ¿Paulina se llamaba uno de ellos? ¿Era ella?-Tú..-trata de salirse nuevamente de la cama, las amarras lo impiden.
-Tranquila-le dice ella.-Tranquila.
-No... no puedo estar aquí.-Tu... tu eres una de ellos... eres... eres...-se empieza a agitar, a mirar a todos lados. Está sola, indefenza y amarrada.
-Yo no soy nadie que tu creas-le dice. Saca una jeringa, le golpea y saca todas las burbujas que pueda tener-.Esto te ayudará a que estés más tranquila.-la aguja entra en su hombro. Isabel, poco a poco, empieza a caer en un sueño, en un dulce sueño. Todo se aleja, se borra, se nubla.
-No...-logra decir, antes de caer dormida.
A la habitación entra el doctor.
-Veo que logró reconocerte-le dijo.
-Raro, porque nunca le he dicho mi nombre.-Se acerca a ella.
-Debemos extremar las defenzas. Darle mas medicamentos.-el doctor sale por donde entró. Paulina mira a Isabel, que dormía presa del somnífero.
-Debiste haber pagado la cuota-le susurra. Mira la hora y le inyecta otra sustancia en su cuerpo. Entra Claudio.
-¿Como va?
-Todo marcha bien, Claudio ¿Has tenido contacto con Pedro?
-Sí. Y con mi jefe de departamento tambien. Dicen que vienen para aca.
Sonríe. Ella también.
Nunca habia habido tanta maldad en ojos como aquellos.

pd: esta historia ya tiene dueña. Misery.

4 comentarios:

Tammy dijo...

wow.
wow.
wow.

Me encanta este nuevo giro que ha dado la historia, el eje real versus el eje onírico...cien por ciento identificada con Isabel...insisto, esta realmente buena tu novela.

Quién será Misery?




Te quiero migo.

Libby.-

Holblita dijo...

que es lo que esribes?
una historia? un cuento? fantasia, realidad?

Jime dijo...

ahhhhh este capi me gustó...weenaaa, te seguis perdiendo cabrito....aver si el 15 hacemos algo poh....saluditos...

Holblita dijo...

sabes?
ganas tengo, sobretodo ahora.
en parte porque siento rabia.
en parte porque la gente tiene la maldad en la sangre.
en parte porque me siento sola y la soledad hay que matarla con algo.
en parte porque hace frio y el frio me aburre.
y asi "sustantivamente" como decia el chavo.

el amor es una gran esteticien.